sábado, 14 de septiembre de 2013

De niños y de viejos. Soledades del Capital.



Somos los que los demás hicieron de nosotros, la virtud del hombre es en tratar de hacer algo con “eso” que los otros hicieron con nosotros.

Esta reflexión viene a consecuencia a una situación social que me toco vivir con una de mis amistades más cercanas, esta situación relataba la comodidad social y económica, de esta persona al momento de decidir “dejar” en un hogar de ancianos a su padre, un hombre ya mayor de edad que necesitaba cuidados correspondientes a esa misma edad.

Mi pregunta fue muy simple: ¿ porque no te haces cargo de tu viejo?
Viejo palabra tantas veces usadas y muchísimas veces significadas, y como en esta vez reinterpretada por mi y por mi interlocutor de manera diferente…para mi viejo significa padre, para él Viejo significaba solo eso, algo viejo pero de su propiedad.

Cuando el comenzó su explicación, empezó aduciendo que los tiempos laborales que poseía no le permitían cuidar de su padre, que él no se sentía capacitado y que no tenía la paciencia que  necesitaba para lidiar con esta persona que ya no sumaba sino que restaba en su mundo de ocupaciones sociales y laborales.

Inmediatamente me puse a pensar que habrá hecho este “viejo” para terminar abandonado por parte de su hijo en un asilo. La respuesta llego solo de la mano del recuerdo, recuerdo recreado de las vivencias y charlas con la amistad  que poseo con esta persona.  Una persona de muy buen pasar económico, una economía forjada en el seno familiar, específicamente por su padre y su madre, que lograron amasar una gran fortuna, que para mi parecer innecesaria, que el lograrla les consumió gran parte de su tiempo familiar y social.

Este VIEJO, este padre, paso toda su vida trabajando doble turno para  poder acceder al sueño consumista de “Bien Estar” que nos vende  una sociedad en decadencia de valores reales, y era tanta la ocupación laboral que poseía esta familia que no podía hacerse cargo de su pequeño hijito que venia al mundo capitalista exigiendo solo atenciones y amor por parte de sus progenitores.
Este niño no contaba con la suerte de poseer el tiempo ni el cuidado de sus padres, pero contó con múltiples niñeras que supieron atender sus necesidades a cambio también de capital proporcionado por sus padres, es decir que  este amigo estaba PAGANDO con la misma moneda que su Padres o Viejos compraran atención y cariño de extraños para su hijo.

Pero hasta acá ésta es la ecuación casi perfecta, le dió a sus padres lo mismo que recibió de ellos, la atención rentada de extraños, la imposibilidad de cuidados por tener que correr tras el dinero, les dio a sus padres buenos cuidados rentados que seguramente crearan nuevos vínculos de amor fuera del seno de la familia, que seguramente se retumbaran al unisono en la pregunta entre padres e hijos cuando  estos cuestiones la situación: ¿pero como me hizo esto si yo le dí todo?

Y justamente es en “ese dar” donde radica todo el asunto del “porque”.
La cultura nos enseña a naturalizar cosas que no son siempre las mejores, aprendemos que la justicia solo esta en manos del poderosos, naturalizamos que el varón es dueño de la mujer, naturalizamos que siempre habrá pobres y tantos mas pares contradictorios como hojas tiene un árbol.

Es así que no es raro pensar que se naturalizan todas las cuestiones sociales y culturales, y como ser en este caso se naturalizó la idea de abandonar en manos rentadas a la persona que no podemos atender  se naturaliza que es mejor cuidar los dos trabajos y el capital que este nos da  en lugar de ocuparnos de nuestros afectos que necesitan cariño y contención.

Y es tan natural este pensamiento que abandonamos a nuestros seres queridos con la convicción ilusoria de que lo hacemos por su bien….trabajamos todo el día por el bien de ellos, los aislamos en un asilo por que ahí estarán mejor cuidados que en nuestras casas.

Es tan triste pero real esta situación, que se convirtió en algo natural, se hizo carne el creer que todo se puede comprar, que todo se puede vender, que este mundo esta hecho para el que tiene dinero y el dinero compra todo, esposas, hijos, tranquilidad, afectos etc. Una sociedad en donde recibimos compensaciones económicas por todo daño, las ofensas se solucionan con indemnizaciones, los logros escolares se premian en billetes, un regalos solo es valioso si es costoso sin importar si es original o  único en creación, las cosas tiene precios, y sobre todo la vida tiene precio.

Así que no es descabellado pensar que a nuestros afectos pequeños, los dejemos de lado por conseguir más dinero y que luego estos afectos o medios afectos, de grandes actúen de igual manera con nuestros viejos.
Para finalizar este relato solo quería traer como dato final, que Mi Amigo, el día del velatorio de su niñera de toda la vida, estaba destruido, partido en dos, con el alma hecha pedazos, pero el día que su madre debió partir, solo acudió a su entierro como a una reunión mas de trabajo.





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