domingo, 1 de noviembre de 2009

El arte de lo prohibido




Nada nos genera más adrenalina que las cosas que nos prohíben, bueno a aquellas personas que se consideren mentalmente saludables por supuesto.

Pero para todos los que somos amantes de lo prohibido las cosas se nos están poniendo un tanto difícil, ya quedan pocas cosas que nos generen realmente ese sentimiento dentro de la sangre, ya que existen sensaciones que se alojan en otros sectores de nuestro cuerpo, el amor en la panza, el medio en la piel (de gallina), el odio en las puteadas etc. Pero volviendo a las prohibiciones podemos decir que ya casi nada esta prohibido ; en tiempos no tan lejanos como en los de mi primera juventud el conseguir y fumar un cigarrillo de marihuana era todo un tema, era una cuestión política, ideológica de rebeldía hacia el sistema, y ahora de repente el sistema me dice que esta bien, que fume y que nadie me va a decir nada por eso, se legalizó y con ello perdió todo lo sagrado y excitante, ya que cualquier pelotudo compra y fuma un porro sin saber que contenido socio-politico esta inhalado por su pulmones, lo consumen como si fuese agua que muy probablemente los terminará dañando.

Este es el primer ejemplo que encontré para graficar la esencia de lo prohibido en nuestra sociedad de consumo, el otro ejemplo es el de la música. Recuerdo que pasaba horas con el dedo puesto es el play-rec de mi radio grabador copiado rápido, para poder conseguir la canción que estaba de moda o solamente me gustaba, con el riesgo que la mala gente del locutor pisara el tema con un: “fm te cagué el tema”o cosas parecidas; en cambio hoy en día podemos Bajar la colección completa de Don Carlos en un abrir y cerrar de ventanas (windows) perdiendo así esa excitación de saber o no, si el tema que grabáramos podría sonar en la fiesta de este sábado por la noche.

La prohibición de bailar hasta las 4 de la madrugada que existe en mi provincia, es un mero reflejo de un gobierno por intentar tapar una llama con un incendio, no se pudo resolver una muerte y se impuso una polémica mas grande para hablar de esto y no de aquello, es decir que se dijo que se prohibió bailar hasta las cuatro, pero en realidad todos leíamos que se prohibía hablar de la muerte en el abasto.

Así podríamos seguir con innumerables ejemplos de como lo que antes estaba prohibido y ahora no, nos vino a generar un malestar emocional en nuestras cabecitas. Pero también podemos decir y con justa razón es que algunas cosas que se prohibían anteriormente como “hablar de ciertas cosas” vinieron a poner un poco de luz a nuestra vida cotidiana, vinimos a descubrir que los curas no eran tan buenos como parecían ser, que los militares robaron y criaron a hijos ajenos, que en era posible cambiar ese pequeño mundo en donde vivimos, es decir que no todo lo prohibido es malo, ni es bueno, solamente deberíamos prohibir el odio que es el motor de todo lo malo y prohibir no usar Al Amor como factor de cambio.

Para finalizar podríamos decir que aun vivimos un una sociedad en donde lo prohibido tiene sus propias significaciones, sus propias idas y vueltas, sus propios dueños y sus propios patrones. Lo prohibido realmente genera un movimiento cultural en nuestro país, ya que se nos prohíben generalmente las cosas que nos suelen hacer felices, se nos prohíbe tener mas de una mujer por vida, se nos prohíbe el alcohol, se nos prohíbe el deseo de la aventura social de dejarlo todo y empezar de nuevo, es que casi todo es pecado o esta cerquito de serlo, los buenos modales nos regulan la personalidad, los maestros nuestras alas creadoras, pero lo mas lamentable es que se intenta prohibir el pensar, y Tenilli y tantos otros se están encargando de ello.
No sirve de nada prohibir, al final de cuenta, la gente aun sigue bailando hasta las 6 de la mañana, nos seguimos embriagando y sintiéndonos felices, ya que esa sensación de sentirnos completos y felices, la coartaron, pero no la destruyeron.

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